Para gobernar bien el mundo hay que
parar las guerras y solo hablar entre nosotros para solucionar
nuestros problemas así habrá paz y después gloria. Los presidentes
tienen que ser muy buenos para que el mundo se convierta en positivo
y también que la gente viva mucho mejor.
Los buenos presidentes son los que
gobiernan bien, es decir, los que quieren a su país y los
ciudadanos, sirven al pueblo con la intención de hacer lo mejor para
el bien estar no solo de su territorio sino de todo el mundo. Unas de
sus características y cualidades deben ser las siguientes:
1. Democrático: posibilita la participación de la población en la toma de
decisiones vinculadas a lo público.
2.
Humanitario: siente afecto, compromiso o solidaridad hacia la gente,
en especial con los más débiles o necesitados.
3.
Justo: actúa con justicia y sigue la ley o la moral.
4.
Moral: la persona que forma su comportamiento por elegir lo bueno y
justo en cada aspecto de su vida, la persona que sigue valores morales en su
vida.
5.
Carismático: su modo de vida y su carácter positivo nos inspira y nos
influye. Es una persona que nos puede motivar y darnos esperanza y fuerza por
su ejemplar.
6.
Honesto: Que actúa rectamente, cumpliendo
su deber y de acuerdo con la moral, especialmente en lo referente al respeto
por la propiedad ajena, la transparencia en los negocios, etc. y que
respeta las normas socialmente establecidas.
7.
Sincero: dice la verdad sin mentir ni fingir.
8.
Decisivo: la persona que decide a resolver los problemas
9.
Atento: la persona que es consciente de sus obligaciones y actúa
conforme a ellas. También es una persona que pone cuidado y atención en lo que
hace o decide.
10.
Reverente: muestra respeto hacia el pueblo.
11.
Valiente: no tiene miedo afrontar situaciones difíciles
12.
Patriota: ama a su país y los ciudadanos, procura todo su bien,
defiende a su país.
13.
Trabajador: trabaja mucho con dedicación y aplicación.
14.
Nada violento: que no usa la violencia y no provoca conflictos, es
decir, civilizado, educado, sereno, pacífico.
15. Liberal:
indulgente y tolerante.
16.
Tolerante: respeta las opiniones, ideas o actitudes de las demás
personas aunque no coincidan con las propias y ve las diferencias entre los
seres humanos más como oportunidad de intercambio y comprensión (conocimiento)
y menos como terreno/campo de conflicto.
17.
Respetuoso: alguien que lo respeta.
18.
Serio: no engaña, no burla, inspira confianza, sigue las normas
sociales y no manifiesta mucha alegría.
19.
Dinámico: tiene mucha energía y vitalidad. Una persona activa.
20. Paciente:
tiene mucha paciencia.
21.
Sabio: persona que posee conocimientos amplios y profundos adquiridos
mediante el estudio. Muestra buen juicio, prudencia y madurez en sus actos y
decisiones.
22.
Inteligente: es capaz de comprender y pensar de manera que no todos
pueden.
23. Listo:
despierto, astuto.
24.
Bien informado: es el individuo que se comprende a sí mismo y al
mundo. Quiere informarse no solo sobre las noticias y la actualidad sino
también sobre los temas importantes para el ser humano y la vida.
25.
Prudente: actúa de manera cuidadosa, con moderación en las palabras y
las acciones.
26.
Responsable: es consciente de sus obligaciones y actúa conforme a
ellas. Reconoce sus responsabilidades y se encarga de ellas sin quejarse. Es
una de las características más importantes de los adultos. Cuando tomamos
nuestras responsabilidades significa que ya no somos niños sino adultos. Y un buen
presidente hay que actuar como adulto, como persona responsable.
27.
Confiable: inspira confianza y seguridad.
28.
Humilde: no hace ostentación de sus cualidades o de sus éxitos,
modesto.
29.
Realista: actúa en base a lo que ya existe en nuestra realidad y en
nuestro presente.
30.
Educado: tiene buenos modales y educación y respeta las normas del
comportamiento correcto.
31.
Generoso: comparte lo que tiene con los demás sin esperar nada a cambio. Una persona llena de buenas intenciones y amabilidad.
32.
Flexible: se acomoda con facilidad a las circunstancias.
33.
Que sepa perdonar: Olvidar la falta que ha cometido otra persona
contra nosotros o contra otros y no guardarle rencor ni castigarla por ella, o
no tener en cuenta una deuda o una obligación que otra tiene con ella. Si no olvidamos
y no dejamos atrás los errores y el daño que nos han hecho o hemos hecho
nosotros a los mismos eso significa que realmente no hemos perdonado a nadie y
seguimos sufriendo.
34.
Una persona con sentido del humor: es una actitud que nos permite
enfrentar las diversas situaciones de la vida sin dejarnos atravesar por la
derrota. Las personas con sentido del humor tienen una gran habilidad para
interpretar el mundo que les rodea con una mirada alegre.
35.
Auto controlado: controla bien su comportamiento, y domina sobre sí
mismo.
36.
Compasivo: es la persona que siente compasión, es decir siente por lo
que le pasa a otros y entiende su dolor. Intenta ayudar, aliviar el dolor de
otra persona y consolarla.
37.
Autoconsciente: reconoce los propios estados de ánimo, recursos
emociones y sentimientos y es capaz de saber cómo puede manejar y controlarlos.
38.
Que sepa compartir: dar parte de lo que tiene alguien para que lo
disfrute con otra persona.
39.
Amable y Simpático: una persona bien educada que tiene trato agradable
y gentil, encantadora que inspira simpatía.
40.
Innovador: tiene nuevas ideas, cambia algo introduciéndole
características nuevas.
41.
Idealista: tiende a considerar el mundo y la vida de acuerdo con unos
modelos de armonía y perfección ideal que no se corresponden siempre con la
realidad.
42.
Apasionado: tiene pasión por alguien o algo.
43.
Optimista: es una persona positiva que espera y piensa siempre en lo
mejor. Intenta sacar lo bueno de cada situación sin quejarse por los problemas
y los obstáculos que, realmente, los afrontan como oportunidades o experiencias
y lecciones.
44.
Creativo: sabe crear cosas, tiene ideas innovadoras y diferentes de
los demás.
Algunos de los presidentes en la historia
de la humanidad sí que tenían muchas de las cualidades anteriores y
se quedaron en la historia y los corazones de la gente como unos de
los mejores presidentes o primeros ministros. Cada uno llevó una
vida distinta de los demás pero lo que tienen en común es que
cambiaron la vida del pueblo de su país de modo positivo. Influyeron
e inspiraron a todo el mundo y ofrecieron un ejemplar de fuerza,
moral, libertad y responsabilidad a gente de distintos países,
culturas y lenguas.
Por su servicio a la humanidad todos sabemos sus nombres pero a veces
desconocemos su trabajo. Unos de los más famosos son los siguientes:
Franklin
Delano Roosevelt: conocido, entre otras cosas, por la recuperación
económica tras la gran depresión y la participación del ejército
de los Estados Unidos en la segunda guerra mundial.
John F. Kennedy: fue un personaje
emblemático en la política internacional, cuya memoria aún
persiste, a 50 años de su muerte. Había
llegado a un acuerdo diplomático con la Unión Soviética. Levantó
el bloqueo a Cuba y pidió de la Unión Soviética el
desmantelamiento de las armas que tuvo en Cuba. Así, con este
acuerdo, se dejó atrás el fantasma de la amenaza nuclear.




Si queremos tener una idea de cómo puede ser un presidente
que gobierna mal y es peligroso, las
películas de fantasía y de ciencia ficción nos dan amplios ejemplos. En la
película de “V de vendetta “ la figura del canciller Adam Sutler, agrega todas las características de
un presidente malo: egoísta, arrogante, totalitario, agresivo, irrespetuoso, violento,
cruel, misántropo, cobarde, inseguro, miedoso, débil, furtivo, mentiroso, sinvergüenza,
dictatorial, despótico, tiránico, absolutista, abusivo, intolerante, opresivo,
con deseo de control y de poder,
injusto, implacable, sádico, tóxico, incorregible, sin querer hacer bien las
cosas, irrespetuoso, caprichoso, muy equivocado, malvado y sin deseo de arreglar
los problemas. Estas son características que
comparten unos presidentes del mundo real y son ellos que opresan a los ciudadanos, que son totalmente
inadecuados para gobernar.
Desafortunadamente los últimos años vemos a gente rara o
peligrosa ocupar la posición de presidente en unos países desarrollados. No
solo tenemos dictaduras en nuestro mundo (que es algo imperdonable en nuestro
siglo) sino también en países democráticos el puesto del presidente ha sido
ocupado por personas crueles, indiferentes y arrogantes que son muy peligrosas y amenazan el bienestar
y la estabilidad de todo el mundo.
Un presidente es elegido para servir a la gente y gobernar
con justicia mejorando las condiciones de cada aspecto de la vida del pueblo de su país. Por eso sirven
solo por cuatro o cinco años y luego los civiles o los gobiernos eligen nuevo
presidente. Es muy importante que los presidentes (como también los gobiernos) cambien
porque si no, hay peligro de convertirse a dictadores, y
eso sería devastador para el país.
Felicicades per trabajo
ResponderEliminargracias por su comentario.
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