La negatividad del ser humano (parte 5: sentimientos)
Sentimientos creados por gente y por situaciones
negativas.
Crecer da miedo, el miedo de madurar y el miedo de
inseguridad que tiene que ver con el futuro, profesores, compañeros,
comportamientos etc. Todo eso nos hace sentir inseguridad, celos, envidia,
enfado y a veces estrés. Cuando estamos con gente negativa tenemos rabia,
estamos nerviosos y nos duele mucho su comportamiento. Nos afecta su modo
negativo de pensar, es decir, su pesimismo y la falta de esperanza. Cada una de
las personas tóxicas tiene una característica negativa diferente, pero todas
comparten la negatividad o la agresividad contra la felicidad, la bondad y los
bienes de la vida. A veces nosotros
mismos tenemos sentimientos negativos o tóxicos. Sentirse celos, detestación,
ira o compararnos con los demás nos convierte a personas tóxicas. Es una cosa
intentar alejarnos de la gente tóxica y otra luchar contra nuestra propia negatividad.
Es mucho más difícil reconocer nuestro propio pensamiento y comportamiento
negativo, pero es justo lo que tenemos que hacer, para sacar el veneno de la
negatividad lejos de nuestras vidas.
En este proceso es muy importante buscar y encontrar
las causas de la negatividad. Cada persona puede ser tóxica o negativa por
ciertas experiencias o situaciones desagradables (ver la parte 1). Lo más
importante es aprender manejar nuestros sentimientos. Es seguro que en la vida
siempre estaremos con gente negativa o en situaciones incómodas. Es seguro que
nos sentimos mal a veces. Todos estos sentimientos provienen de nuestro miedo por
situaciones desconocidas y por inseguridad. Depende de nosotros pensar sobre
las cosas que nos dan miedo y sobre lo que significa la seguridad. Además,
depende de nosotros aprender cómo manejar estos sentimientos y superar las
dificultades de la vida.
Es importante ser conscientes de nuestros sentimientos negativos y aprender cómo podemos gestionarlos. Estos sentimientos pueden afectar no solo la mente y nuestro estado de ánimo sino también nuestro cuerpo y nuestra salud. Tenemos que aprender a convivir con los sentimientos negativos y reflexionar porque así podemos crecer y madurar. Unos de estos sentimientos son los siguientes: enfado, ira, tristeza, miedo, frustración, culpa, indignación, vergüenza y vulnerabilidad.
A veces nos sentimos débiles y pensamos que no hay
solución, nos deprimimos. En estos momentos estamos tristes, preocupados,
tenemos miedo y a veces tenemos ira y estamos muy enfadados. Estos son los
momentos más difíciles, cuando en lugar de dejar llevarnos por lo negativo
tenemos que controlarnos y aprender manejar nuestro comportamiento, es decir gestionar los sentimientos negativos. Es algo muy
difícil, pero si lo conseguimos estaremos realmente libres de todo lo negativo.
Es lo que decían los filósofos antiguos: “si manejamos nuestros sentimientos y
no tenemos miedo estaremos tranquilos y libres”. Ojalá fuera más fácil todo
eso.
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