Cada día nuevo es una nueva oportunidad
En la película de V de Vendetta el protagonista, V, sigue vivo hasta que cumpla su misión. Para él el día siguiente empieza con un gran cambio que él ha trabajado mucho para realizarlo. V está feliz por esforzarse para que tenga justicia, no solo él sino todos los ciudadanos. Tomando a V como ejemplo entendemos que para conseguir nuestros objetivos tenemos que trabajar, planear y darse cuenta que nuestro tiempo en la Tierra es limitado. Entonces tenemos que aprovechar de la vida y hacer lo mejor que podamos con el tiempo que tenemos.
Eso lo conseguimos si aprendemos de nuevo vivir en el presente. Los niños saben hacerlo eso muy bien, pero los adultos pierden poco a poco esa capacidad. Si nos acordamos de nuestra infancia vemos que los veranos parecían muy largos y un año en el colegio interminable. Los niños piensan y actúan sólo en el momento. No gastan energía en el pasado, es decir en los recuerdos, tampoco se preocupan sobre el futuro. Los adultos hacen todo lo contrario: piensan demasiado en las malas experiencias que han tenido o los posibles problemas que vendrán en el futuro. Justo por eso pierden el presente y el tiempo pasa volando.
Por consiguiente, los adultos pasan la vida con estrés, preocupaciones y tristeza. No aplican en su vida la locución latina “carpe diem” que significa “vive el momento”. Eso quiere decir que no aprovechan ni disfrutan del presente, y así pierden la vida. Pensar demasiado en el pasado no nos ofrece nada más que gastar tiempo. El recuerdo del pasado nos ofrece conocimiento y experiencia, pero no merece la pena perder tiempo siéndose mal por cosas y decisiones que no pueden cambiar. Si hemos cometido errores intentamos recuperar y, si eso no es posible, perdonamos a los demás, y a nosotros también, y decidimos tomar mejores decisiones la próxima vez. Es importante reflexionar al final del día, “perdonar” y prepararnos con el corazón ligero para el día siguiente.
La preocupación sobre el futuro y los problemas que todavía no han surgido, nos cuesta y consume mucho del tiempo que tenemos en el presente. Tenemos que entrenarnos para preocuparnos menos sobre el futuro y reservar nuestra energía para luchar, decidir y trabajar en el presente. Seguro que, si tomamos las mejores decisiones en el presente, el futuro será mucho mejor. Para hacerlo eso podemos pensar simplemente que nunca sabemos cómo será el futuro, el día siguiente. Aunque lo planeemos todo, siempre surgen sorpresas agradables o desagradables. Tenemos que pensar que el día siguiente es nuevo y viene con sorpresas y cambios. Lo único que podemos controlar, hasta cierto punto, es el presente, ahora mismo. Nunca sabemos que trae el futuro y tendremos días de buenas y malas experiencias. Lo seguro es que no serán siempre solo buenas ni solo malas.
La razón porque la gente suele pensar demasiado en el futuro o en el pasado es la falta de objetivos y prioridades, la pereza de trabajar y esforzarse en el presente y la falta de disciplina. A veces parece más fácil crear excusas para no tomar acción, quejarse de una situación o preocuparse demasiado de problemas que no han surgido todavía. Además, hay personas que no tienen ganas de empezar el día de mañana u obligarse (de forma positiva) a despertarse por la mañana, hacer tareas imprescindibles, trabajar o estudiar. Todo eso tiene que ver con el esfuerzo de tomar buenas decisiones en cada momento e intentar ser mejor persona en el presente. Si no lo hacemos eso nos agobiamos y todos los días parecen iguales (enredados de la película Rapunzel). Así gastamos nuestro tiempo sin avanzar mientras estamos tristes y deprimidos.
La solución será prepararnos para el día siguiente, es decir hacer un plan de lo que queremos hacer y las tareas que tenemos que realizar. Luego concentrarnos en el presente y aprovechar de este tiempo en la mejor manera. Hacer cosas creativas e importantes para nosotros y superar el obstáculo de la pereza y de demasiado pensamiento. De esa manera estaremos contentos con lo que hacemos cada día y podremos disfrutar del presente. En realidad no es tan difícil y complicado estar felices y disfrutar del tiempo que tenemos en la Tierra.
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