Medios de transporte: problemas, accidentes e infracción de tráfico.
Los medios de transporte juegan un papel importante en la vida cotidiana. Permiten a la gente viajar y trasladarse, ir a su trabajo y moverse al cualquier sitio en el mismo país o al extranjero. Aunque es imprescindible tener en nuestra disposición medios de transporte público o personal, es importante, también, reconocer que muchos problemas se derivan de su uso. Todos nos enteramos de los accidentes viales que ocurren tanto en las carreteras de Europa como en las calles y en las carreteras del resto del mundo. La imagen siguiente nos da una idea de la extensión del problema:
Mapa interactiva de los accidentes viales en el mundo
En la página web anterior se ve claramente que el número de los accidentes en las carreteras es muy elevado. Casi cada día salen en las noticias imágenes de colisiones, de accidentes, a veces mortales, de conductores distraídos o irresponsables, de victimas de cualquier edad. El número de los muertos en la carretera alcanza casi las 700.000 personas (según Worldometer). Los datos son muy preocupantes, pensando que el número de personas fallecidas a causa de viajar y trasladarse aumenta con el tiempo. Todos hemos visto accidentes en películas, en series, en videos de la vida real y en las noticias. Esa realidad nos preocupa mucho y nos da miedo. En unos segundos el error de algún conductor o de nosotros mismos, cuando conducimos, nos puede cambiar la vida de manera muy negativa y definitiva. La vida de familias, de parejas y de individuos ha cambiado radicalmente a causa de accidentes viales.
La gente no está cansada sólo por los accidentes. El comportamiento de algunos conductores (enfado, decir palabrotas, insultos) puede ser un molesto e, incluso, algo desagradable y peligroso. Desafortunadamente, la falta de educación, de paciencia y de respeto puede ser causa de accidentes y de situaciones negativas y desagradables en las carreteras. Este problema, derivado de mala educación en general y de poco sentido común, resulta muy peligroso y amenaza nuestra seguridad cuando utilizamos los medios de transporte. Vemos gente conduciendo de manera agresiva, en la dirección contraria (kamikace), compitiendo entre ellos en velocidad (carreras ilegales) y, si me permiten decirlo, en estupidez; porque no sólo ponen su vida en peligro sino también la vida de los demás.
Aparte de este problema, hay más situaciones que perjudican nuestra seguridad e integridad física. Los defectos de construcción en las carreteras es uno de estos problemas: semáforos que no funcionan bien, hoyos y charcos, falsas señales, pavimento mal construido, tramos etc. son causas de accidentes que quitan la responsabilidad de los conductores. Además, hay gente que todavía no lleva puesto el cinturón, que puede salvarles la vida en una colisión; otros que conducen sin tener el carnet de conducir y conductores que, aunque hayan obtenido el carnet de conducir, no conducen bien o conducen de manera peligrosa; y otras infracciones de tráfico.
A causa del comportamiento de dichos conductores y de las noticias de accidentes viales, hay gente que tiene miedo de conducir o de subir a los medios de transporte. A otros les pasa por tener trauma, debido a una experiencia negativa en la carretera, por ejemplo ser testigo o víctima de algún accidente. Hay también gente que tiene fobia de estar en un espacio pequeño con más personas (agorafobia) y, por eso, no suben a los medios de transporte públicos. Todos sabemos que unas personas tienen miedo de viajar en el avión (fobia de volar o de aviones), porque no fían en trasladarse estando en el aire. Otro tipo de miedo, que tiene su raíz en los medios de transporte, es la inseguridad que la gente se siente por el aumento de los robos y la falta de seguridad en estaciones y paradas por varios crímenes, que en unos países han aumentado últimamente.
Otros problemas que tienen que ver con los medios de transporte (públicos y personales) es la contaminación debida a ellos, los atascos en las carreteras y la falta de espacio de parking (mucho más para los ancianos y la gente con discapacidad), los conductores que después de un accidente abandonan a su víctima, fallos mecánicos que pueden costar la vida de conductores o peatones y los robos de coches que están aparcados en la calle. Cabe añadir, que el comportamiento de los ciclistas, que a veces no respetan los semáforos, puede resultar muy peligroso para ellos mismos y para los demás.
Hay una parte de la sociedad que no puede sacar un carnet de conducir. Gente con enfermedades mentales o problemas físicos no pueden manejar vehículos, pero eso también depende de la gravedad de su condición. Además, los ancianos, aunque tengan un carnet de conducir, tienen que renovarlo porque desde una edad su capacidad reactiva se disminuye y eso resulta muy peligroso cuando conducen. Queda claro que hay varios problemas que derivan de los medios de transporte, pero la mayoría de estos problemas se puede resolver para que se mejore nuestra vida cotidiana. La importancia de poder trasladarnos y viajar es tanta que, aunque haya problemas, merece la pena seguir utilizando coches, motos y los demás medios de transporte.
Los datos son muy preocupantes, pensando que el número de personas fallecidas a causa de viajar y trasladarse aumenta con el tiempo. Todos hemos visto accidentes en películas, en series, en videos de la vida real y en las noticias. Esa realidad nos preocupa mucho y nos da miedo. En unos segundos el error de algún conductor o de nosotros mismos, cuando conducimos, nos puede cambiar la vida de manera muy negativa y definitiva. La vida de familias, de parejas y de individuos ha cambiado radicalmente a causa de accidentes viales.
En las grandes ciudades la gente está estresada, impaciente y presionada por la falta de tiempo y la cantidad de compromisos y deberes. El modo moderno de vivir convierte a los ciudadanos a conductores peligrosos. Hemos visto a gente hablando por teléfono a la hora de conducir, discutir o hablar sin prestar atención en la carretera, o estar impacientes esperando un semáforo o atrapados en un atasco. Si un conductor no está tranquilo, aumenta la posibilidad de algún accidente. Igual pasa con los conductores que toman drogas o consumen alcohol antes de conducir, que, aunque está prohibido, sigue ser un problema grave. El cansancio, también, es una de las razones de accidentes viales. Un conductor cansado no tiene la capacidad reactiva para evitar una situación peligrosa en la carretera o un accidente.
El problema no pesa sólo a los conductores, sino también a los peatones que no respetan los semáforos y no prestan atención cuando cruzan las calles. Gran parte de la responsabilidad pesa también al estado por los fallos en la construcción de obras viales, la falta de espacios para aparcar y la poca educación vial que se ofrece en los colegios. El problema de los accidentes tiene que ver con el comportamiento de la sociedad en conjunto y no sólo de los conductores como individuos.
La experiencia de un accidente vial puede ser muy fuerte. Hay personas que sufren después de un accidente con algún trauma (por ejemplo fobia de entrar en un coche) o alguna lesión o problemas físicos. Una colisión puede marcar la vida de los implicados o, incluso, puede quitarles la vida. Como la causa de los accidentes es un error de una persona (conductor, constructor de las carreteras, peatones etc.) queda claro que cualquiera salte la ley hay que castigarse por multas, retirada del carnet de conducir u otras medidas. Eso pasa para que los conductores sean más atentos y que respeten las leyes que tienen que ver con conducir. A veces, dependiendo de la infracción del Código de la Circulación, la policía puede incluso detener a un conductor.
Las consecuencias de mala educación vial son varias: atascos, ciudadanos enfadados, retrasos, impaciencia, heridas o muerte. Como conductores o peatones tenemos que aprender comportarnos con respeto hacia los demás y nosotros mismos. Eso significa no poner en peligro ni a nosotros ni a la gente de nuestro ambiente. Tenemos que prestar atención cuando usamos un medio de transporte tanto como cuando caminamos en las aceras y en las calles. Además, tenemos que exigir del estado que funcione bien la red de carreteras y que las calles, las estaciones, las paradas, los aeropuertos y los medios de transporte público sean seguros para todos los ciudadanos. Así nuestra vida será más fácil y más protegida y podremos viajar y trasladarnos sin problemas, disfrutando de este derecho importante para todos los seres humanos.
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