Mobbing: el acoso laboral.
Después de cuatro años estudiando en la universidad, en el instituto o en el colegio mayor, el siguiente paso es trabajar. Pero la pesadilla no termina aquí y hay otro tipo de problema que surge y que se llama “mobbing”. Creo que es la última cosa que la gente tiene que superar (después del acoso escolar y las novatadas) en el ambiente educativo y laboral. No digo que no haya más problemas en la vida, sino que esos tres comportamientos negativos aparecen tan a menudo últimamente que el fenómeno es preocupante. Entre los tres, el mobbing parece ser más grave porque se detecta más difícil y, aparte del estrés del trabajo, se acumula el estrés del maltrato y del comportamiento tóxico de un jefe o de un compañero.
Como en el caso de acoso escolar y de las novatadas, el mobbing también aparece en varias formas y en diferentes niveles. El acoso laboral o mobbing consiste en la acción de acechar a un trabajador en su entorno laboral. Los hostigadores o perpetradores son los que ejercen el mobbing a las víctimas. Ellos pueden ser jefes o compañeros y su comportamiento puede afectar a las víctimas tanto de manera psicológica como física. Analizar los tipos del mobbing nos ayuda entender mucho mejor cómo se ejerce y por qué es difícil detectarlo.
Tipos de mobbing o acoso laboral:
1. Mobbing horizontal.
Es el tipo de mobbing que ocurre entre compañeros del mismo rango jerárquico. El hostigador o los hostigadores abusan a la víctima (otro compañero) creándole presión, preocupación, estrés y miedo en el ámbito laboral. En varias ocasiones este tipo de mobbing se hace de un grupo de compañeros contra uno sólo compañero por varias razones que vamos a explicar más adelante.
2. Mobbing vertical ascendente.
Un tipo de mobbing menos común que los demás.
Un superior en el rango jerárquico es acosado por empleados
subordinados porque piensan que es incapaz de ser líder o porque no lo llevan
bien con él. No es un tipo de mobbing común y eso porque un director puede
encontrar maneras de castigar o hacerlo difícil a los empleados. Eso no
significa que no está pasando en el mundo laboral.
3. Mobbing vertical descendente.
Cuando un superior en el rango jerárquico
acosa a uno o más empleados subordinados, con el propósito de que abandonen su
trabajo o simplemente para que les haga la vida difícil.
4. Mobbing perverso.
El mobbing perverso se ejerce sin ningún
motivo concreto para acosar a la víctima. No tiene que ver con el rango jerárquico
del acechador o de la víctima. El acosador es una persona manipuladora que tiene
rasgos de personalidad patológica. Su comportamiento no viene motivado por
objetivos laborales sino ejerce mobbing sobre la víctima intentando no dejar
testigos de ello. Es un tipo de mobbing que no se detecta fácil y que, a menudo,
no se denuncia por parte de la víctima.
5. Mobbing estratégico.
Este tipo de mobbing forma parte del propio
programa de una empresa, con el objetivo de que un cierto trabajador
subordinado abandone su puesto de trabajo “con voluntad propia”. Es una forma
de acoso laboral ascendente, es decir, que se ejerce por parte de trabajadores
superiores en el rango jerárquico, contra una víctima para que esta abandone
la empresa sin recibir una indemnización.
6. Mobbing de gestión.
Otro tipo de mobbing que forma parte de la
estrategia de la empresa. En varias ocasiones los directores de una empresa
creen que las amenazas y el miedo van a incrementar la productividad de un
trabajador o de un equipo. En este caso el acoso laboral tiene como objetivo el
crecimiento de la empresa y no la despedida de un trabajador que rescinda su
contrato por mobbing.
7. Mobbing disciplinario
Es una forma de acoso laboral que se ejerce a
un empleado que pide algo de la empresa o cuestiona decisiones y prácticas en
el ambiente laboral. Es decir, un superior o superiores ejercen mobbing a un
empleado como “castigo ejemplar”; castigo por su comportamiento. Así, intentan
poner un ejemplo a los empleados que atrevan decir su opinión u oponerse a las
decisiones de la empresa.
8. Mobbing discriminatorio
El tipo de mobbing que se realiza por motivos
de discriminación, se llama mobbing discriminatorio. Actitudes discriminatorias
por la etnia, la edad, la religión, la cultura, el sexo, la ideología política,
la clase social etc., forman parte de este acoso en el ambiente laboral. Por lo
tanto, no viene motivado por ninguna razón laboral.
9. Mobbing psicológico
El mobbing psicológico aparece más a menudo en
el ambiente laboral. Son las actitudes tóxicas como insultos, humillaciones,
amenazas, maltrato emocional, bromas pesadas, etc. En el ambiente laboral es el
tipo de acoso que se ejerce más y es difícil detectar y declarar. La víctima
sufre por el comportamiento de sus compañeros y es un tipo de acoso
tremendamente destructivo para la salud mental de la víctima.
10. Mobbing físico
Este tipo de mobbing cuenta con la violencia
física contra la víctima. No es tan habitual porque una de las características
más comunes del mobbing es esconder este comportamiento de los demás. La
agresión física es mucho más difícil de ocultar, entonces se ejerce con mucho
cuidado por parte del acechador o él elije otras maneras de acosar a su
víctima.
11. Mobbing sexual.
Este tipo de mobbing podría formar parte del
mobbing físico y del mobbing discriminatorio, porque se ejerce de manera física
y mucho más contra mujeres. Puede también ser psicológico y verbal. Como
podemos ver en estadísticas el número de las víctimas ha aumentado mucho los
últimos años (https://www.lamoncloa.gob.es/serviciosdeprensa/notasprensa/igualdad/Paginas/2021/290421-acoso_sexual.aspx).
12. Cibermobbing.
Este tipo de mobbing parece mucho al acoso escolar vía el
internet. La diferencia es que en el ambiente laboral los trabajadores están
obligados a trabajar con sus compañeros mandando correos electrónicos o
mensajes por las redes sociales. En este caso los acosadores lanzan campañas de
humillación, le mandan mensajes agresivos o se ríen de la víctima.
13. Mobbing de poder.
En el ambiente laboral encontramos también el
mobbing de poder que se ejerce por una persona con poder económico, social y
laboral. El acosador quiere controlar a su víctima o a sus víctimas de forma
tóxica con única motivación el hecho de demostrar su superioridad. Es evidente
que el acosador es una persona acomplejada.
Después de ver en detalle los tipos de mobbing podemos entender
que en el ambiente laboral los trabajadores sufren por acoso psicológico, mucha
presión y estrés. No solo es difícil detectar el mobbing sino también, como ya
hemos visto, se convierte a una práctica por parte de las empresas con el
objetivo de ganar más dinero y tener provecho de los trabajadores. En el caso
del mobbing estratégico y de gestión se nota que el acoso se convierte a una técnica
bien recibida por algunos directores o empresas.
Vemos que en encuestas sobre el mobbing (El Acoso Laboral va en Aumento (Estudio en 2021) (micvideal.es)) la mayoría de los trabajadores han sufrido o han sido testigos de este comportamiento. Es una pena que casi el 80% de la gente que hoy en día trabaja ha sido víctima de algún compañero (52% de los acosadores) o de algún director (33%). Aunque, según las estadísticas, casi la mitad de las víctimas denuncian el acoso laboral, lo hacen entre los trabajadores de la empresa o de su ambiente laboral y sólo 1% busca ayuda fuera de su trabajo (ir a un abogado).
Otra encuesta (https://www.rtve.es/noticias/20221205/acoso-laboral-sexual-espana-trabajadores/2410979.shtml#:~:text=M%C3%A1s%20de%20la%20quinta%20parte,%2C8%25%20del%20total%20mundial.) realizada en 121 países, enseña que una gran parte de los trabajadores sufre acoso laboral. Según esta encuesta, 743 millones de empleados han sufrido mobbing psicológico, físico o sexual.
Por un lado tenemos a los acosadores que pueden ser jefes o compañeros o incluso empresas que usan el mobbing como estrategia de aumento de la productividad. Ellos maltratan a uno o más empleados por hablarles mal, acumulándoles trabajo adicional y presionándoles psicológicamente. Se sienten poderosos y ejercen su crueldad y perverso a las víctimas.
Por otro lado los empleados que sufren por este comportamiento se sienten atrapados en un círculo de violencia repetitiva sin tener esperanza de escaparse. La mayoría de las veces no pueden compartir su experiencia, por miedo de despedirse o por miedo que no les crean o que sean ridículos. Por eso se agobian, tienen mucho estrés, tienen miedo y al final esa situación les afecta tanto que no pueden dormir e incluso a veces hacen daño a ellos mismos. El mobbing no afecta solo a las víctimas directas sino también a sus familias y su entorno. La situación puede dañar a las relaciones de la víctima tanto como su propio trabajo.
Lo que no entienden los acosadores es que esa manera de tratar a los demás daña a ellos mismos también. Su comportamiento tóxico no afecta solo la vida de las víctimas sino llena su propia vida también con energía negativa y tensión. Seguro que la gente que saca placer haciendo daño y maltratando a los demás tiene problemas psicológicos y muchos complejos. Consecuentemente, aparte de las víctimas, los acosadores también necesitan algún tratamiento y apoyo psicológico. El mobbing se puede poner muy fuerte y feo. Como todos los hábitos negativos, se convierte a una costumbre y un círculo sin empiezo ni fin.
Casi todos nos hemos enterado de algún incidente de mobbing en nuestro entorno. Algún amigo, familiar o conocido nos ha contado sobre un compañero o jefe tóxico y cruel. A veces esas historias no se toman muy en serio y la gente suele contarlas sin ser consciente de que están hablando de mobbing. Yo tengo una amiga que me ha contado de su experiencia negativa en el ambiente laboral. Una compañera suya acosaba a otra compañera y le hacía la vida imposible. Mi amiga aunque sabía de lo que estaba pasando se sentía incapaz de hacer algo por miedo. Dicha compañera le trataba mal a ella también, pero no tanto como a la otra. Me da rabia y me pone mal pensar que gente buena como mi amiga ha sufrido este comportamiento negativo. Me pregunto cuántos más trabajadores han sufrido y siguen sufriendo tanto como mi amiga y su compañera o más.
Ejemplos de mobbing hemos visto también en varias películas. En
una de ellas, que se llama “El diablo viste de Prada”, el mobbing por parte de
la jefa y, en ocasiones, por parte de los compañeros hacia la protagonista se
presenta como algo normal e imprescindible en el ambiente laboral de grandes
empresas de la moda. Aunque la protagonista no cobra suficiente para su
trabajo, no tiene horario laboral, le tratan mal por su aspecto (cuando llega a
la empresa no tiene conocimiento de la moda) y la presionan mucho, ella tiene
que agradecer la oportunidad de trabajar para una empresa (revista de moda) con
tanto prestigio:
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