Nuestras propuestas contra las guerras.

 


Aparte de las guerras, hay otros tipos de conflictos, como ya hemos dicho. Los seres humanos tienen que luchar contra enfermedades, la violencia, la pobreza y los defectos de su carácter. Gastar energía para luchar entre nosotros y matarnos es una cosa imperdonable. Los primeros ministros y los presidentes hay que centrarse en el bienestar de los ciudadanos y no buscar conflictos que cuestan la vida a mucha gente y dejan atrás solo destrucción.

Si uno de ellos quiere ser agresivo o imponer regímenes que opresan a los ciudadanos hay que aislarlo, pero siempre teniendo en cuenta no hacer daño a los civiles de su país. Con la tecnología y los medios que hay, no es tan difícil llevarlos al juicio sin guerra y sin hacer daño a la gente del país. Por otro lado, si los ciudadanos de un país quieren vivir dentro de su región de manera no aceptable por los demás países, aunque sea difícil, hay que respetar su decisión, siempre y cuando no quieren imponer su modo de vivir a los demás. De todas formas la esencie de la democracia es escuchar y aceptar la voluntad de la mayoría.

En regímenes totalitarios no hay espacio para expresarse y avanzar. Desafortunadamente, en varias partes del mundo hay ese tipo de regímenes, formales o informarles. La tecnología en lugar de ayudarnos para destruir estos regímenes, sin hacer guerra y matar a gente inocente, ayuda al proceso de control total de los ciudadanos. Los avances de la tecnología se usan para construir armas y observar cada acción de los ciudadanos por todo el  mundo, dejándoles poca libertad. Nos preguntamos porque la tecnología no se usa para localizar y detener a dictadores y sus colaboradores, a traficantes de droga, seres humanos y armas, pero se usa solo para hacer guerras, matar y sofocar a los seres humanos en varias partes del mundo. 

Aparte de los gobiernos, nosotros también tenemos que hacer algo contra las guerras. Hay que tener fe en todo lo positivo de la humanidad, cambiar de nuestro modo de pensar y agradecer el hecho de vivir en países donde no hay guerra. Es importante entender que lo único que no podemos vencer es una catástrofe natural y el poder de la naturaleza. Tenemos que obligar a nuestros gobiernos que no apoyen la maldad en el mundo, que no tomen decisiones solo por factores y razones económicos. El material no puede ser más importante que los seres humanos. Como seres humanos tenemos la capacidad de cambiar y optar por lo justo y lo positivo. Después de tantos años de civilización y educación todavía parecemos primitivos; y eso lo puede ser solo la naturaleza. 


No obstante, como ahora mismo hay guerras en el mundo, sería bueno buscar maneras para superar las consecuencias. Intentar convencer a los ejércitos que liberen la gente inocente (rehenes) y que no hagan daño a los civiles, sería algo importante. Hay que pedir que haya refugio para mujeres, niños y ancianos lejos del conflicto. Otra propuesta seria que haya alerta en los móviles o sirenas en las ciudades para que avisen a los ciudadanos a tiempo. Últimamente hemos visto en las noticias que los civiles en varias ocasiones (Israel, Ucrania, Siria etc.) se han dejado sin protección ni ayuda. 

Además, exigir de nuestros gobiernos que nos informemos bien por las noticias y los medios de comunicación, es decir, sin censura ni noticias falsas, es nuestro deber como civiles de países democráticos. Es nuestro derecho y nuestro deber informarnos bien y de manera global, para formar nuestra opinión sobre lo que está pasando en el mundo. Quizás, así podamos hacer algo para quitar las guerras de encima.

Aparte de los que están en los campos de batalla, hay, también, muchos refugiados que han llegado a Europa por culpa de estas guerras. En nuestro país viven ya refugiados de Ucrania y de otros países en conflicto. Tenemos que hacerles sentirse bienvenidos, que es lo mínimo que podemos hacer para ellos. Darles la oportunidad de ir al teatro o al cine (comedias con subtítulos en su idioma), sería un gesto que les pudiera dar algo de alegría. Tenemos que hacer todo lo posible para que dejen atrás los recuerdos horribles de la guerra.

Adicionalmente, podemos organizar ferias para los afectados de las guerras y ofrecer a los niños chuches, chocolates, galletas y piruletas, ropa, zapatos y comida. Otra propuesta seria darles el derecho del acceso gratis a cualquier parque de atracciones, zoos, bibliotecas y museos, colegios y universidades. A los que quieren seguir creando guerras y destrucción les proponemos que jueguen paint ball, guerras de bolas de nieve y globos de agua en lugar de hacer daño a los demás e imponer su egoísmo a los ciudadanos de los países del mundo.                  

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